Si bien la tecnología brinda una ventana a realidades que nuestras madres y las de otras generaciones nos podían acceder, ahora nos encontramos ante la visibilización constante de la maternidad de mujeres que no conocemos, y esto puede tener tanto ventajas, como desventajas.
Kath Castillo, psicóloga clínica, comenta que la sociedad peruana no es muy amable con la mujer, pues se ha etiquetado a la madre como un modelo conservador, ángel del hogar, sin espacio a equivocaciones, “la madre tiene un rol importante e idealizado”. Enfatiza Castillo. Y, para compensar, la madre busca referentes como a modo de guía, que pueda darle la sensación de compañía y sentirse parte de un grupo. Sin embargo, la situación cambia cuando se cae en comparaciones dañinas.
Y es que, ver a una madre en Instagram que vive una vida feliz y plena, sin complicaciones, mostrando una etapa en color rosa, puede llevar a la usuaria a autocríticas, a preguntarse qué es lo que hace mal, por qué no puede sentirse plena con su maternidad. Y ante este problema, la psicóloga Castillo, menciona que es necesario entender que lo vemos en Instagram es solo una pequeña parte de todo lo que significa la maternidad.
“Es importante humanizar a las personas que vemos en las redes sociales, ya que solo muestran un lado, una imagen o una perspectiva. Idealizar a las personas es deshumanizarlas, es ponerlas en un pedestal y creer que no existe el error”, puntualiza Castillo. Y, bajo ese mismo concepto, debemos humanizarnos también, permitirnos sentir emociones, abrazarnos en momentos buenos y malos, pues, al fin y al cabo, todos somos personas, y tanto lo difícil como lo hermoso, es parte de la verdad de ser madre.
Fuente: CompartirenFamilia
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